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En la provincia de Azuay, la lucha contra la minería a cielo abiero a dado una fuerte batalla al poder económico y político que intenta, a toda costa, despojar y cultivar un proyecto de muerte en los Páramos.
La Audiencia de los Páramos mostró el fuerte apoyo que tienen en la ciudad de Cuenca las comunidades de Quimsacocha y Río Blanco frente a los megaproyectos mineros
La Audiencia de los Páramos se celebró en Cuenca, en una fecha tan simbólica para tratar la minería como el 12 de octubre. En un Salón de la Ciudad con más de 150 personas llegadas desde distintas parroquias del cantón Cuenca y un buen número de activistas urbanos, se mostraron 15 peritajes que mostraron la realidad de las actividades de las empresas mineras en las áreas de páramo, así como la importancia de este ecosistema único en el mundo.
Los peritajes dedicados a la naturaleza se centraron en la megabiodiversa flora y fauna de los páramos, la hidrología tan compleja e interconectada de las lagunas del páramo del Cajas, sus aguas subterráneas y la incompatibilidad de este complejo geo-ecosistema con la actividad minera. En el bloque de los pueblos se constataron los distintos niveles de despojo de las comunidades que promueven los proyectos mineros que se quieren implementar en el páramo. En esta audiencia fue muy intenso y emotivo el bloque de defensores, ya que tanto en el proyecto de Quimsacocha como de Río Blanco se pudo constatar la represión de quienes defienden el páramo, tanto con cárcel como con hostigamientos, incumplimiento de promesas, etc.
La Comisión de la Audiencia estuvo conformada por la Viceprefecta del Azuay María Cecilia Alvarado, la Alcaldesa de Nabón Magaly Quezada, la representante de Íntag Isabel Anangonó, el profesor Arturo Quzhpe y la ecologista Nidia Soliz. En su veredicto dictaminaron el cese inmediato de la violencia del Estado y las empresas mineras contra las comunidades del páramo, la eliminación de los proyectos mineros, la reparación integral de las comunidades defensoras o la restitución de los derechos de la naturaleza.
Al día siguiente, la Ruta llegó hasta la comunidad de Río Blanco para realizar una verificación, y pudo constatar el terrible clima social generado por la empresa minera, así como la determinación de la comunidad de defender sus derechos, en un encuentro que juntó a multitud de organizaciones sociales y comunidades de todo el país enfrentadas a la minería.
Lesctura del veredicto.