[Alba Crespo] Nuestros cuerpos son territorios por conocer

Texto por Alba Crespo Rubio* y fotos de Juan Iza

 

El cuerpo es el prisma desde el que miramos el mundo y nos reconocemos en él. Los feminismos han aportado esta perspectiva que atraviesa cualquier análisis, estudio, investigación, o llevándolo a lo cotidiano, cada una de nuestras vivencias. Los cuerpos feminizados hemos necesitado esta “escala” para comprender qué nos pasa, viajar a nuestros sentires, deseos… y los límites impuestos sobre éstos. Todo puede convertirse en físico y corporal y nos sirve para poder poner nombre a lo que nos duele, y queremos transformar de nuestro contexto.

El Colectivo Miradas críticas del territorio desde el feminismo lleva tiempo haciendo énfasis en comprender las dinámicas territoriales a través del cuerpo. Este trabajo se plasma en la cartilla Mapeando el Cuerpo-Territorio. Guía metodológica para mujeres que defienden sus territorios, elaborado en conjunto con la Red Latinoamericana de Mujeres Defensoras de Derechos Sociales y Ambientales. La presentaron en Ecuador en noviembre se presentó. De ahí surge esta conversación con Tania Cruz (México), Mar Daza (Perú), Gabriela Ruales (Ecuador) y Manuel Bayón (España), algunas de quienes han participado en la creación de este librito donde se recogen experiencias y metodologías que nos sirven para adentrarnos en este territorio para muchas todavía desconocido: el cuerpo.

Pido perdón (o no, porque es bonita) de antemano por la repetición de esta palabra tantas veces en el texto. El tema me lo hizo necesario. Cuerpo, cuerpo, cuerpo.

Tania Cruz (en el centro) reflexiona sobre el trabajo del Colectivo frente al cuerpo como territorio. Foto Juan Iza

El territorio de cada una

Los feminismos latinoamericanos y vinculados al ecologismo y la defensa de la tierra y la naturaleza se están pensando alrededor del ¨cuerpo-territorio”. Yo descubrí esté concepto al llegar a estas tierras, y lo entiendo cuando Gabriela lo cuenta: se trata de entender “como el cuerpo se impregna de lo que ocurre en los territorios, y como vive, construye, se relaciona con el territorio, las personas y todos los elementos que existan en los lugares que habitamos”.

Mar le añade la importancia de ser conscientes que nuestro cuerpo también lo habitamos, y que interactuamos con cuerpos en los que habitan otras formas de ser, de existir. Por eso, el término tiene una perspectiva propia, que puede coincidir o no, con otras. “Lo estamos diciendo, una reflexión ontológica, territorial, feminista, que es como la base, sustento, la tierra de todo esto”.

Todo esto” son las dinámicas, talleres, discusiones, charlas, textos, sobre ello.“Todo esto” es una manera de trabajar, que podemos leer en la Guía, una metodología “centrada en una interpelación corporal, interiorizando también un montón de cosas que nos atraviesan: la memoria, la historia, las huellas del cuerpo, y relacionándolas con lo que pasa en el espacio que habitamos: el territorio. Entonces pasa por entender y entendernos más allá de nosotras mismas pero también interiormente”, define Gabriela.

Esto, según Mar, implica remirar el territorio desde nuestros cuerpos sexuados, racializados, colonizados, como mujeres del Sur Global. Romper con moldes, replantear el paradigma occidental “binarista” humanidad/naturaleza, para Tania, es necesario para empezar esta búsqueda.

Gabriela Ruales (a la derecha) toma la palabra a propóito de la reflexióna sobre la historia, las huellas del cuerpo. Foto Juan Iza

Desmontando el concepto

Pero “¿Qué es el cuerpo-territorio? ¿Y por qué las feministas lo están mirando?”. Hace unos meses, estas inquietudes sorprendían a Mar en el muro de una red social. Lo escribía una compañera indígena amazónica del nor-oriente del Perú, que fue responsable durante muchos años del programa Mujer de la Confederación de Nacionalidades Amazónicas del Perú (CONAP). “¿Cómo puede ser que en 10 años que la conozco, que la tengo al lado, no hayamos tenido tiempo de hablarlo, si en nuestros espacios feministas reflexionamos tanto sobre eso?”, cuestiona Mar. Entonces, ¿Como estamos construyendo? ¿Desde donde?

Y todas coinciden en que el concepto y el término no han sido pensados con las mujeres indígenas, no es una “co-creación consciente” con ellas, aunque así se presente. “No es una decisión política conjunta”, asevera Mar. Y eso no quiere decir que no sea válido o útil el término, solo es necesario tener presente que se acuña desde un pensar que se nutre de la experiencia con mujeres indígenas, pero que no sale de ellas. “Es nuestra propia interpretación a partir del trabajo con las otras”, como dicen las autoras de la guía.

Esto es muy importante para repensarnos (y me incluyo) en términos de relaciones de poder; volver a nuestra realidad, y caminar hacia la humildad y honestidad hacia nosotras mismas y hacia las otras. Para Mar, es algo muy de piel, porque le ha pasado con su abuela. “Lo que yo reconozco en las comunidades que acompaño, es distinto a lo que mi abuela vive, porque ella nació en una”. Para su abuela, su tierra, su territorio es el lugar donde nació y donde quiere morir, cuenta. Pero también es la que la despojó, no la dejó estudiar, y la violentó por ser mujer. “Ella ha vivido en carne propia lo que es capaz de hacer esa construcción social de los territorios”.

Hay que tomar, pues, eso como un desafío, un toque de atención. Reconocer que hay “otro lugar” desde donde el territorio y el cuerpo se sienten, y no se trata de algo cognitivo, si no de saber mirar las diferencias entre experiencias. Des-romantizar esa visión del territorio que las mujeres urbanas tenemos.

Y también despatriarcalizar. Una de las cosas que aprendo con esta conversación es que no hay como analizar, visitar, interpretar el cuerpo-territorio, sin desgranar esas superposiciones de poder sistémicas, que a través del capital, el género, la raza, violentan y someten. A la vez, tiene que ser, también, la vía para deconstruirlo.


Mapear el cuerpo, un punto de partida distinto para el diálogo

Que se nos mueva el lugar en el que estamos”. Ese es para Tania uno de los aportes de la guía. Cambiar la óptica implica también cambiar el lenguaje, y eso es lo que ha permitido que se abran puentes. Manu explica como hablar desde el cuerpo, a través del mapeo del mismo, ha facilitado el diálogo entre grupos que a través de la palabra no iban a encontrarse.

El ecologismo, los feminismos urbanos y las mujeres indígenas son tres ejes que les interpelan, y que ellas han querido interpelar y entrelazar. En 2013 hubo un punto de inflexión para que ese diálogo se propiciara: la llegada de la Marcha de Mujeres Indígenas a Quito convergió con la emergencia de los Yasunidos frente a la Iniciativa Yasuní ITT, y “nosotros estuvimos en medio” recuerda Manu. Era un puente que les pareció bueno construir, “pero los puntos de partida hacían que fuera muy complicado”.

Las posturas nos costaban de entender”: ¿Por qué los ecologistas se sentían lejos del feminismo? ¿Por qué las indígenas sentían que los discursos del cuerpo, del aborto, no iban con ellas? Y ¿Por qué las feministas no se sentían interpeladas por las luchas por el territorio de las mujeres de nacionalidades indígenas? Participando en encuentros y cuestionando, encontraron una forma que rompía con los esquemas y los lugares no comunes. “Cuando se juntaban feministas, ecologistas, indígenas, les hacíamos dibujar el cuerpo como su territorio”. Partir del cuerpo era hacerlo desde un lugar distinto para todxs, y “al ser algo proyectivo, generaba mucha más empatía que los posicionamientos políticos desde los que se estaba intentando establecer el diálogo hasta entonces”. Habían encontrado una metodología de trabajo que se ajustaba a lo que querían: acercamiento entre aquellas miradas que eran claves para interpretar el cuerpo-territorio.


Las metodologías del cuerpo y el tejer feminista

Dibujar el cuerpo como un mapa, es llevar a lo propio lo que sucede en nuestras realidades, es conocerse a una misma. Y además, apunta Gabriela, que es acercarnos a otra manera de decir las cosas porque “dibujar podemos hacerlo todas”, aunque se nos ha trabado como expresión genuina a con la educación. Usar ese lenguaje genera entendimiento. “A veces cuando escribimos hay cosas que no podemos expresar”, dice, y hacerlo a través de las formas, colores, de cada cuerpo y la articulación entre ellos, es una manera muy potente de comunicar. Y bonita, como es evidente hojeando la guía.

En las dinámicas planteadas, cada una hace el mapa de su cuerpo y posteriormente se ponen en común. Esta es, para mi, otra de las aportaciones necesarias que nos trae el planteamiento comunitario: huir de la individualidad de los cuerpos. Mar lo reivindica como el “tejer unos cuerpos con otros, par reconocer su pluralidad, y desde ahí abrir otras formas de pensarnos como sociedad, como organización”. Y los mismo en el territorio.

Mar Daza ( a la izquierda) desde Perú comparte el trabajo con las metodologías cuerpo-territorio. Foto Juan Iza

El pensar y mirar el cuerpo como territorio y e territorio desde el cuerpo es un concepto que se trabaja en toda Latinoamérica. No es casual ni extraño que desde tantas latitudes se confluya en estos temas; para Mar “hay una conexión que trasciende el mundo físico, una conexión histórica, que nos toca por las experiencias de vida y lucha en varios lugares” y por eso para quienes están en eso, como la Red Latinoamericana de Mujeres Defensoras es importante tejerse. “Así como los árboles crecen y sus raíces empiezan a tocarse en algún momento, y eso genera el bosque: nosotras estamos empezando a encontrarnos desde las raíces”.

La guía, a pesar de ser un cierre para el trabajo realizado durante los cinco años de vida del Colectivo Miradas Críticas de los Territorios desde el Feminismo Para, hace intuir que es un punto de partida para seguir expandiendo y ampliando cuestionamientos sobre el cuerpo y la patriarcalización de los territorios. El cambio de paradigma aquí reflejado es, como coinciden todas, es un paso en el camino hacia “unos planteamientos más radicales de proyectos emancipatorios”. Les queda mucho trabajo, pues.

Guiía metodológica para mujeres que defienden sus territorios

 

Descarga la Guía completa con un clik a la imagén. Te recomendamos visitar el sitio web de Territorios y Feminsimos

De igual manera el sitio de las compañeras de la Red Latinoamericana de Mujeres Defensoras

*Esta es la segunda entrega de un trabajo especial tras la visita y el proceso del Colectivo Miradas Críticas del Territorio desde el Feminismo