[Mirada] Ciudad de Quito, entre la basura y el olvido.

Escrito por Braulio Gutiérrez*

El año está por acabarse, al menos eso dice el calendario, las calles aún denotan, por donde andes, una ciudad revestida para el mejor postor; ya sea por los consorcios que auspiciaron la Conferencia sobre la Vivienda Habitat III, en octubre del año pasado o la eufórica perversión gentricadora del astío inmobiliario que destruye cualquier capacidad de relacionarte sin una mercancia; o mejor aún, desde aquellos que pregonan que «juntos trabajamos para vivir mejor», que entre otras prioridades han preferido la construcción de un metro, cuando el hacer ciudad demanda otras realidades; sin duda, una de ellas la basura.

No hace mucho tiempo, los y las ecologistas en Ecuador y sectores de la sociedad cercanos y sensibles a los temas de los derechos humanos y de la naturaleza; vienen promoviendo al estilo zapatista -que dicho sea de paso, no importa que nos quedemos solos, solos estamos de por sí- un caminar que han nombrado la Ruta por la Verdad y la Justicia de los Pueblos y los Derechos de la Naturaleza (para saber más del tema visiten (http://verdadparalavida.org), en donde el tema de la Basura ha sido puesto en la mesa del debate y reflexión en una ciudad, que colapsa frente a la realidad nacional sobre el destino, manejo y producción de la basura; esta problemática se sale del orden prioritario como política pública de la gestión actual del Municipio de Quito; al menos, las calles así lo demuestran.

 Fernanda Solíz, investigadora de la UASB e integrante de Acción Ecológica explica que  a nivel nacional, la Gestión de Residuos Sólidos es competencia de los gobiernos autónomos descentralizados (GADS) y el Ministerio del Ambiente (MAE) que opera como instancia rectora. Semanalmente, en Ecuador se producen 60.000 toneladas de residuos sólidos, de las cuales únicamente el 19,1% se dispone en condiciones adecuadas; el porcentaje restante se distribuye de la siguiente manera: el 53,6% en botaderos a cielo abierto, el 23,3% en vertederos controlados; y el 4,1% en ríos y quebradas. Es importante además mencionar que estos sistemas se ubican en parroquias y comunidades pobres, por lo general indígenas, que deben amortiguar los impactos sociales, ecológicos y de salud.

La ciudad de Quito se ve fuertemente afectada a propósito de la fata de una política pública sobre la gestión de residuos sólidos; de hecho literal las calles en diferentes sectores está la basura dentro y fuera de los contenedores; doña Estela tiene un puesto de emolientes (bebida de sávila) en el sector del Dorado, justo muy cerca del Hospital Militar; ella nos cuenta que en su barrio, cerca del aeropuerto antiguo, por la quito norte, las calles ya no soportan más la basura regada, «imagínese ahora en navidad esos se desbordo, ya van más de 20 días y no se llevan la basura, viene año nuevo y ya estamos en riesgo con infecciones de salud». Sin embargo en el sector donde trabaja, la basura no existe en las calles, no hay contenedores y el sistema de recolección de basura que todos pagamos en la planilla de la luz es estable los martes, jueves y sábado.

Esto sucede en barrios como la Floresta, Guápulo (algunas zonas, sobretodo en patrimonio y sus alrededores) y la González Suárez donde no encuentras contenedores; es una clara estrategia que en sectores con más posibilidad de adquisición, el servicio es eficiente pero,  en barrios o sectores más populares la perspectiva cambia.

Según la EMASEO (Empresa Metropolitana de Aseo), en una nota publicada en el periódico El telégrafo, se producen 2 mil toneladas diarias de basura en la capital, lo que representa uno de los 10 cantones responsables de la producción de basura. Sin embargo en la lectura del veredicto de la Audiencia Basurales a Cielo Abierto, la situación es más complicada. No sólo por la recolección en sí, donde los y las recicladores juegan un papel importante; sino por la fuerte presencia de inversionistas que quieren hacer un negocio con la basura, como ya ha sucedido en otras latitudes del continente.

En relación a la generación de residuos, el 25% de los cantones con mayor densidad poblacional son responsables de la producción del 92% de los residuos, tan sólo 10 cantones (Guayaquil, Quito, Santo Domingo, Cuenca, Portoviejo, Ambato, Manta, Esmeraldas, Durán y Quevedo) son responsables de la producción del 70% del total de residuos generados en el país. El promedio de residuos per cápita en estos cantones es de 1,07 kg/habitante/día.

 

Cierro la conversación con otra mujer indigena peruana que vende emolientes en la Floresta, muy cerca de la tienda de víveres La Castellana, que a las diez de la noche sigue abierta; «fíjese que por donde vivo (al sur, no quizo decirme dónde exactamente), la basura está presente todo los días; yo llevo más de 10 años vendiendo aquí, y he visto como el barrio se ha transformado, y la basura la retiran, la gente la pone en la calle y se amontona, pero el otro día ya no está; donde vivo eso nunca ha pasado.»

 

Dejamos aquí, el audio completo para que escuchen la lectura del Veredicto de la Audiencia de Basurales a cielo abierto


[La problemática aquí no termina, las violaciones a los derechos humanos de quienes reciclan es una constante, la contaminación ambiental y abandono de políticas públicas reales a darle solución en un corto plazo es una constante. No podemos soslayar que existen iniciativas internacionales que buscan promover, gestionar, administrar y educar el consumo y producción de residuos en lo que han llamado Basura Cero]

 

*Es periodista mexicano, forma parte del Colectivo de Geografía Crítica del Ecuador, es miembro del equipo de esta Agencia e integrante del Colectivo de Acción Ecológica

 

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