Los problemas son muchos. Uno de ellos es la presencia ominosa de una poza de oxidación a la que son conducidos por tuberías los desechos líquidos del campamento de los ingenieros que dan mantenimiento a la hidroeléctrica. La la contaminación orgánica e inorgánica que proviene de esta poza afecta directamente la finca de la familia Saldarriaga. Los lixidiados que se filtran desde aquí y las descargas que se desbordan en época lluviosa, atraviesan el valle y alcalzan a la población de Campoverde.
Reconstruir la memoria siempre es importante para enfrentar la adversidad. Reunidos alrededor de una mesa llena de productos campesinos, los moradores de esta zona comentan sobre el día en que llegaron, hace muchos años, en busca de tierras donde sembrar para vivir, como campesinos que son y siguen siendo. A pesar de que han pasado casi cincuenta años vuelve a aparecer en ellos la emoción que vivieron frente a la exuberante naturaleza que les recibió y donde pudieron tejer comunidad. Más tarde vino el megaproyecto que puso fin a su tranquilidad.