Serie Coronavirus #10
Cuando pienso en vínculos me imagino una tela de araña tejida con afecto,pensada y mantenida para garantizar la supervivencia del insecto. A veces armónica, llena de fractales, geométrica, afín a nuestra idea de belleza; otras caótica, desafiando estructuras tradicionales, pero siempre sosteniendo. Así, hoy, se me representan los vínculos sociales, entrelazados en puntos de contacto, invisibles e inmateriales, establecidos en afectos. (Felipe Bonilla, 2020)
En este tiempo de
aislamientos con restricción de contacto, se visibiliza el entramado que nos
conecta a pesar de la distancia impuesta entre los cuerpos. Esas tramas
sensibles de afectividad que hemos sabido construir entre los seres que nos
importan. La exigencia de cuidarse para cuidarnos interpela, y nos convoca a
resignificar nuestra vida en sociedad. ¿Quién es el otro que solemos cruzar
cotidianamente? Ese al que esquivamos para no dejarnos perturbar por su
necesidad, ese que hoy se nos hace tan cercano, él, ella, se imponen en su
semejanza, más allá y más acá de nuestras diferencias. Entre todos vamos tejiendo
y visibilizando múltiples hilos que nos ligan al vecino con el que conversamos
diariamente, a la señora del mercado, al amigo migrante a quien compramos una
empanada y siempre nos pregunta por nuestra salud o con los y las compañeras de
trabajo; así con todas las personas con quienes establecemos contacto y nos
“encontramos” cotidianamente. Mientras, otros lazos se disuelven por falta de
contacto, por diferencias de opinión, de creencias, o porque nos hicimos daño.
Este tiempo nos convoca a detenernos y a mirarnos, a redefinir como queremos
estar entre quienes integramos la trama, propiciando encuentros en los que se
potencie la posibilidad de vivir. Una ética del cuidado de sí con proyección en
los otros, una ética de la hospitalidad y la afectación sensible. El Manifiesto
por una Salud Mental Colectiva en tiempos de Coronavirus (1), nos permite ver
algunas ideas sobre una de las tantas formas de empezar a relacionarnos y
buscar salud mental en tiempos de coronavirus.
La pandemia también nos invita a reconocer el fin de las promesas de la
modernidad; máquina, velocidad y aceleración componentes esenciales en la
historia del capitalismo, se suspenden ante las decisiones de cuarentena a
nivel mundial, pero dejan al descubierto nuestras propias reacciones. El
impacto de esta situación en nuestra cotidianeidad nos interpela en lo
colectivo, y nos resiente en lo personal, enfrentándonos a experimentar dos
tipos de miedo. Uno que es funcional, y es el que percibimos ante la percepción
de un peligro, cuando se activan ciertas zonas de nuestro cerebro que a su vez
producen cambios químicos y hormonales, para desencadenar la clásica reacción:
sudoración de manos, taquicardia, aumento de la presión sanguínea y una
descarga de adrenalina. Así aprendimos a protegernos del miedo, a huir y evitar
lo que nos puede hacer daño, a no repetir las cosas que nos duelen. Según el
Manifiesto de Salud Mental las situaciones desconocidas nos sitúan frente al
miedo, la ansiedad y el estrés, pero es bueno recordar que la humanidad ha
vivido varias pandemias en su historia y que esta es una más que también
sabremos sobrevivir, y que el encierro no implica estar en soledad, existen
diversas formas de encuentros para no deshumanizarnos ni enloquecer en nuestras
cuatro paredes.
Existe otro tipo de miedo, que no es operativo, es un miedo patológico, que nos
enfrenta a nuestros peores temores y nos paraliza, o nos obliga a tomar
decisiones irracionales como ir a comprar desenfrenadamente papel higiénico y
dejar en desabastecimiento a parte de la población. A este miedo apelan la gran
maquinaria de control social. Desde pequeños y pequeñas aprendemos de los
cuentos del kuko, o el ropaviejero, como fantasías de estructuración social que
se constituyen en una de las mejores herramientas de ese control. Para
enfrentar esto es necesario tomar distancia de la situación que nos interpela y
tratar de informarnos de manera objetiva y de fuentes confiables, acercarse a
la otredad desde los lazos de afecto que nos unen más que de los temores que nos
alejan. Circular información chequeada y de fuentes confiables.
Sobre informar o malinformar no es inocuo y puede producir sufrimiento,
evitemos el bombardeo de datos. También proponemos difundir las prácticas
solidarias novedosas que van apareciendo con el fin de multiplicarlas y que
tengan mayor alcance en la comunidad. La solidaridad será la manera que tenemos
de vincularnos en los hilos que sostienen la telaraña y no rompernos en la
desconfianza del miedo generalizado.
El Manifiesto siguiere que las redes de apoyo mutuas no presenciales son formas
de cuidado, estar pendiente de nuestro al rededor y colaborar en lo posible
para satisfacer las necesidades de los más vulnerables, y al tiempo podemos
pedir ayuda a esta red si necesitamos de apoyos así como Favorecer actividades
que ayuden a expresar miedos, ansiedades y preocupaciones. El tiempo en casa
puede ser de calidad podemos defendernos desde el humor y la ternura.
La trama se configura todo el tiempo en interacción con esos otros cercanos,
próximos, o lejanos; con esos con los que hoy nos vemos obligados a permanecer
más tiempo del habitual, a habitar el mismo espacio, esos otros con los que nos
conecta una historia de experiencias compartidas. Esos otros con los que
establecemos lazos de confianza, de amor, de tensión, de solidaridad, de
indiferencia, o en el peor de los casos de violencia (2). Poder escucharnos y
circular la palabra, teniendo en cuenta que no sabemos exactamente lo que le
está pasando a la persona que tenemos en frente; sea en una pantalla o en la
vida real todo el día. Ver y sentir para reconocer que podemos estar con
personas que están sufriendo y que podemos hacer algo para evitar ese
padecimiento.
Atravesar esta cuarentena en tiempos de pandemia, implica un gran desafío, ya
que, además de representar una transición económica con complicaciones para los
países periféricos dependientes de la exportación de materias primas, y una
inconmensurable afectación para el sistema sanitario, nos compromete a
preservar y restituir nuestro tejido social, que se verá inevitablemente
afectado.
El gobierno dice que las actividades estratégicas no se han detenido, es decir
que los niveles de riesgo frente al COVID-19 pueden ser más altos para quien
trabaja en estas industrias y las comunidades campesinas e indígenas cercanas a
éstas. El Estado está ausente y no tiene la capacidad de ir a los barrios y
comunidades más vulnerables, en donde se están dando la mayoría de casos.
Debemos exigir políticas de parte del Estado que garanticen la sobrevivencia de
nuestros seres y comunidades basadas en el enfoque de derecho, de género y
ecologista.
Se hace necesario redefinir las complejas configuraciones de tensionada
convivencialidad entre Estado y mercado en pos de generar políticas públicas
activas, con, sobre todo en aquellas funciones básicas que permiten un mejor
vivir, más igualitario, acompañándonos, para escuchar, desarrollar la empatía y
la antipatía, ampliar derechos y no limitarlos.
Para finalizar, el Manifiesto nos plantea ser conscientes de la potencia de lo
vincular y de lo colectivo, de la fuerza que tienen las relaciones
intergeneracionales y de los sistemas de solidaridades que se despliegan a
partir del cuidarnos. Entendiendo al cuidado en su dimensión social y política.
“Sostenemos que las estrategias individualistas nos debilitan y no brindan
soluciones para superar la emergencia sanitaria actual. Son las salidas
colectivas las productoras de potencia de vida y, consecuentemente, de salud
mental.” (Docentes de la Cátedra Salud Pública Salud Mental II de la Facultad
de Psicología de la UBA, 2020)
NOTAS:
(1) 20/03/2020- Por Cátedra Salud Pública Salud Mental II de la Facultad de
Psicología de la UBA. https://www.elsigma.com/salud-publica-y-psicoanalisis/manifiesto-por-una-salud-mental-colectiva-en-tiempos-de-coronavirus/13722
(2) Si te encuentras viviendo una situación de violencia ya seas la víctima o
estés observándola puedes llamar inmediatamente al 911 o al 1800 335486
(DELITO) opción 4.
https://ecuador.unwomen.org/es/noticias-y-eventos/articulos/2020/03/news-women-and-covid-19-governments-actions-by-ded-bhatia
https://www.elcomercio.com/actualidad/violencia-intrafamiliar-cuarentena-emergencia-coronavirus.html