[Pablo Fajardo] Entre la rabia y la esperanza ¿Quién es el culpable?

Pablo Fajardo Mendoza es abogado de la Unión de Afectados por Texaco. Es el abogado que lleva el caso contra Chervron antes Texaco, por los cientos de activos ambientales que dejó en la Amazonía ecuatoriana, hace más de medio siglo que llegó por primera vez a Ecuador. Tras el fallo de la Corte Suprema de Canadá, que negó una acción de cobro a los afectados por la contaminaciòn e Texaco ahora Chevron en ese país, dada a conocer el pasado jueves 4 de abril, la Unión de Afectados por Texaco aceptó y lamentó el dictamen, informaron algunos medios nacionales. En este contexto está escrita esta Carta por el abogado Fajardo. Más información no déjen de visitar http://texacotoxico.net


Hace más de 52 años, la empresa petrolera Texaco, hoy Chevron, inició las actividades de explotación y extracción de hidrocarburos de la Amazonía Norte del Ecuador. En este lugar, además de petróleo, había una exuberante selva, una riqueza vegetal animal e ictiológica extraordinaria, pero sobre todo, una diversidad de pueblos indígenas u originarios que convivían en plena armonía con la naturaleza. La naturaleza es parte de ellos y ellos son parte de la naturaleza. Habían desarrollado un elevado nivel de conocimiento de la selva, de los elementos de la vida. En palabras de Humberto Piaguaje, la selva llegó a ser su propio hospital, su farmacia, su mercado, su escuela y universidad, su lugar de recreación; la selva es la vida de los pueblos, se desarrolló un trato respetuoso mutuo. Nadie tumbaba un árbol sin antes pedirle permiso y que no fuese por una gran necesidad, nadie cazaba animales en el bosque más de lo que necesitaba, se pescaba lo necesario… es decir, tenían su propio seguro de vida para las futuras generaciones, pese a que ya habían enfrentado y sobrevivido a la época del caucho, y se habían internado en su selva unos cuantos misioneros del ILV*.

Sin embargo, al iniciar sus actividades la empresa Chevron, inmediatamente empezó a talar los árboles sin pedir permiso a nadie, generaba ruidos con la maquinaria que ingresaba al bosque y espantaba a los animales, empezó a verter en los ríos un líquido negro y aceitoso llamado petróleo, vertió miles de millones de litros de agua salada, llamada agua de producción, en todos los ríos de la zona, abría caminos y carreteras en la selva y esos caminos eran cubiertos con petróleo, clavaba dagas en la tierra por todas partes, para extraer la sangre de la tierra, llamada petróleo, desde lo más profundo, abrió fosas en todos los sitios que creía conveniente para depositar lodos venenosos, basura, colocaba antorchas, mal llamadas mecheros, en todos los lugares, antorchas con lenguas de fuego gigantes que debajo de ellas eran un verdadero cementerio de insectos, aves, mariposas… es decir se hirió a la tierra, se ahuyentó el espíritu de la selva que era quien daba vida a los pueblos, se aniquiló la alimentación de los pueblos indígenas, se violó la tierra.

 

Ah, pero no solo eso, también muchas mujeres indígenas fueron violadas, acosadas, humilladas por empleados de Texaco. Los trabajadores de la petrolera se burlaban de la vestimenta, el idioma, la alimentación de los pueblos indígenas, se introdujo el licor para reemplazar de a poco la bebida del Yagé entre los pueblos originarios. Se fue acabando con la vida de los pueblos o nacionalidades Tetetes, Sansahuari, Siona, Siekopai, Kofán. Los pueblos indígenas y luego también los campesinos, no tenían a quien ni adonde recurrir.

El Estado estaba listo con la fuerza pública para reprimir a los pueblos que se levantaban, no para defenderlos de la agresión. Puedo decir, que se trataba de una masacre. Esa masacre, ese crimen, no ha pasado, hoy, 52 años después, sigue cobrando vidas. Según un último estudio de salud que como UDAPT1 y Clínica Ambiental2 hemos realizado, se determina que cada año se generan por lo menos 200 nuevos casos de cáncer en la zona donde operó Chevron. Cifra que por el número de población es realmente preocupante. Existen algunos tipos de cáncer, como el de estómago en hombres y mujeres, que es hasta 8 veces más alto que en el resto del Ecuador; leucemia, 5 veces más alto que el resto del Ecuador, entre otros. En fin, se trata de uno de los peores crímenes causados por una empresa petrolera en contra de la Naturaleza, de los pueblos indígenas, de los campesinos, de la vida.

Los pueblos víctimas de ese crimen, sabiendo quién es el criminal, hace más de 25 años, iniciamos una lucha jurídica, social, política, comunicacional, por lograr acceso a la justicia y la reparación. Esos pueblos hace 25 años dejaron de ser víctimas y se convirtieron en protagonistas de una lucha por la justicia. Pero, ¿se ha logrado justicia? Se ha logrado reparación? No. NO se ha logrado. Existe un crimen múltiple, existen cientos de muertos, una selva destrozada, una tierra herida, y el criminal no responde.

En éstos últimos seis años, hemos vivido una lucha especial en Canadá, Brasil, Argentina y Estados Unidos, por el acceso a la justicia, por el respeto a nuestra dignidad humana, por el bien común. Pero claro, ahora siento una tristeza enorme, pero más que una tristeza, una rabia incontenible que hace que a cada rato salten mis lágrimas y me neutralicen por un rato… Yo pienso en mis hermanos que están en la Amazonia, en los que padecen cáncer, en los que luchan por la vida… en los que sueñan con una reparación urgente y así evitar que nuestros hijos sean víctimas de este crimen, pienso en la vida en la selva, en los ríos. Esos países le han fallado a la humanidad, le han fallado a la justicia. Todos esos Estados: Canadá, Brasil, Argentina y Estados Unidos, nos niegan el derecho a acceder a la justicia.

Es evidente que la mejor escuela, la mejor universidad al menos para mi es la vivencia, la práctica diaria. Como ustedes conocen, hace 6 años iniciamos una acción de exceptuar en Canadá, Brasil y Argentina. Todo con el objetivo de lograr que la justicia de esos países valide nuestra sentencia y así poder ejecutarla y luego iniciar todo un proceso de reparación integral, al menos en lo que nos es posible. Han sido 6 años de recorrido, de momentos que nos alimentaban con esperanza y momentos tristes y amargos. Con el transcurso del tiempo, fuimos dándonos cuenta que el sistema de justicia canadiense, brasileño, argentino y norteamericano, son la reproducción del sistema de injusticia global. En el 2012, cuando impulsé y decidí junto a mis compañeros de la UDAPT lanzar estas acciones de execuátur, lo hicimos luego de analizar las fortalezas y debilidades de cada país, las normas jurídicas, los instrumentos internacionales que regulan este tipo de procesos. Canadá por ejemplo, aparecía en ese momento en el tercer puesto en el ranking mundial de los países más transparentes y que garantizaba el acceso a la justicia, como un país fuerte donde aparentaba que su sistema de justicia no estaba sometido a los intereses corporativos ni económicos, que era un sistema que realmente garantizaba el acceso a la justicia. Seis años después no pienso lo mismo. Hoy nos han demostrado que las Transnacionales no sólo controlan el mercado, el sistema financiero… no, también controlan una buen parte de la academia, controlan la mayoría de los medios de comunicación, controlan a los políticos, y cuando los políticos son empresarios, el crimen es casi perfecto, hoy también controlan la justicia. Los pueblos víctimas de crímenes corporativos no tenemos acceso a la justicia, o más bien, la justicia no existe para nosotros.

¿Por qué no existe justicia? Cuáles son esos obstáculos que enfrentamos? ¿O cuáles son esas piezas de la arquitectura que garantiza impunidad a las transnacionales? ¿O es que los pueblos indígenas, los campesinos, los pobres no tienen derecho a la justicia? ¿No tiene derecho a la vida? A un ambiente sano? ¿Acaso no tienen derecho a tener derechos?

Siempre decimos que existe un sistema invisible, abstracto, que protege a las corporaciones. Pero ¿Cuál es ese sistema? ¿En qué consiste? ¿Cuáles son las piezas fundamentales que lo componen y que se convierten en la gran coraza de acero para las transnacionales?

Aquí les describo unas pocas experiencias o vivencias.

  1. ASIMETRÍA ECONÓMICA.- Chevron contrató varias firmas de abogados en Canadá, Brasil y Argentina, no sólo para que la defiendan, sino para que ataquen a quienes defendemos a nuestros pueblos. Puso a trabajar a más de 600 abogados en Canadá, otros cientos en Brasil, Argentina y Estados Unidos, en total más de 2000 abogados trabajando para defender al criminal. Adicionalmente contrató decenas de empresas de comunicación y lobby e incluso otras de espionaje y persecución, como la empresa norteamericana Kroll por ejemplo. Es decir, implementó un verdadero ejército al estilo norteamericano. Mientras que la UDAPT, quienes ejercemos esta defensa, estamos acompañados no por clientes, sino por más de 30.000 compañeros de lucha, de trabajo, pero todos pobres. No tenemos dinero para contratar expertos en ninguna materia ni para viajar y decir la verdad en las cortes. Para hacer más grave el escenario, la misma petrolera logró que en Canadá por ejemplo, en el mes de mayo pasado, el sistema judicial canadiense ordene a los pobres, a los indígenas y campesinos, que le paguen las costas judiciales a Chevron, fijadas en 350.000 dólares canadienses. Es decir, al pobre que lucha por el bien común, que lucha por la vida, por el planeta, la justicia, se le impone una orden de pago en beneficio de quien destruye el planeta. En otras palabras la víctima debe pagarle al criminal.

  2. JURISDICCION.- Este es otro tema que usó Chevron para su beneficio. Siempre alegó que la justicia canadiense, de Brasil, Argentina y Estados Unidos, no son el foro conveniente, que sus jueces no son competentes para juzgarla, que los jueces de esos países no tiene jurisdicción para juzgar a la Transnacional. Nos preguntamos: ¿cuáles son los jueces competentes que pueden juzgar a las Transnacionales? ¿Dónde están? A qué corte de justicia pertenecen? Más directamente, ¿Dónde se juzga a estos criminales?

  3. SUBSIDIARIAS.- Me parece que es el problema más grave y fuerte que nos toca enfrentar como pueblos víctimas de crímenes corporativos. El argumento que puso Chevron desde el inicio en cada Estado, fue que los bienes de Chevron Canadá, Brasil o Argentina, no son de propiedad de Chevron Corporation. Dicen ellos que no se le puede cobrar a una empresa subsidiaria la deuda de otra empresa. Hicieron aparecer cada empresa local como autónoma, como independiente, que no está sometida a la matriz. Todos sabemos y comprendemos que eso es falso, que todo el dinero que invierte Chevron en cada país viene de su matriz y que la utilidad o el dinero, muchas veces manchado de sangre en cada Estado, va al bolsillo de los accionistas de Chevron Matriz. Todos sabemos eso. Menos los jueces de Brasil, Argentina y Canadá. En Canadá por ejemplo, desde Chevron Matriz a Chevron Canadá, existen 7 niveles de empresas subsidiarias, todas creadas en paraísos fiscales, al final todo de propiedad absoluta de Chevron Corporation, como ellos mismos lo declaran cada año ante la SEC en Estados Unidos1.

  4. SISTEMA ISDS.- Este es el mecanismo con que se apoderan totalmente de la justicia en el mundo. Con esto se cierra la coraza que volvería invulnerable la defensa de las Transnacionales. En el caso Chevron, allá por el año 2009, cuando esta Transnacional se dio cuenta que la prueba que habíamos acumulado en el expediente en Lago Agrio era contundente, que la petrolera jamás podría demostrar que no hay contaminación y que no son ellos los responsables de ese crimen, cuando vio que la prueba nos volvía invencibles en Ecuador, optó por recurrir a un panel de árbitros privados, bajo el sistema UNCITRAL de Naciones Unidas, y allí planteó un arbitraje en contra del Estado ecuatoriano. Inicialmente ese arbitraje no nos preocupó, se trataba de un proceso entre Chevron y el Estado. Los afectados, la UDAPT como colectivo, NUNCA fuimos, no somos ni seremos parte de ese arbitraje. Pero una vez que la Corte Constitucional del Ecuador, en el mes de junio del 2018, adoptó la decisión de rechazar un último recurso de Chevron y que luego de ese fallo, no existe en el Ecuador ninguna ley vigente que permita plantear otro recurso. Es decir, la UDAPT, los afectados, los pueblos indígenas, contra todo pronóstico ganaron en forma definitiva esta batalla en el Ecuador. Pero claro, el 30 de agosto del mismo 2018, se emitió un laudo arbitral que rompe los esquemas de abuso del derecho, arbitrariedad e irrespeto a las leyes de los Estados y de los Derechos Humanos. En ese laudo arbitral, los árbitros le ordenan al Estado ecuatoriano que proceda a anular la sentencia del caso Lago Agrio, que impida a los demandantes del caso Lago Agrio ejecutar la sentencia fuera del Ecuador, que pague a Chevron el daño moral y el gasto que le han causado con este juicio. Otra vez, la víctima debe pagarle al criminal y agradecerle por matar a nuestro pueblo. Ese laudo es inaplicable; sin embargo, como UDAPT, y yo personalmente, presumimos y con mucha razón que Chevron logró someter al Gobierno del Ecuador a sus intereses y hoy el Gobierno del Ecuador se ha convertido en una pieza más del sistema que sirve para garantizar la impunidad a las Transnacionales.

Etre otros, estos son los instrumentos que conforman la arquitectura de la impunidad. Ese es el sistema abstracto que no se ve, pero que beneficia al criminal y deja en indefensión a los afectados. Viendo todo esto llegué a pensar ¿Que hemos hecho mal nosotros para no tener acceso a la justicia? ¿Nos hemos equivocado tanto??? ¿Es mi culpa lo que ocurre? En verdad, no sé qué responderme.

LA ESPERANZA NOS MANTIENE VIVOS.

Vivir toda esta realidad de dolor, humillación, exclusión, muerte en nuestra selva, no es fácil, pero aún más complejo es vivir una realidad de injusticia, de precio en la justicia, de difamación constante, de persecución, amenazas, a quienes defendemos los derechos de nuestros compañeros. En verdad, a veces parece que la esperanza se pierde, se termina, que es imposible seguir batallando contra todo un sistema. Pero miras a tu alrededor, y logras ver a miles de personas en la selva, campesinos e indígenas, tus amigos y compañeros enfermos, que pese a estar enfermos siguen luchando y te dicen no claudiques, que si no logramos que esto se repare todas nuestras futuras generaciones estarán condenadas a vivir en este crimen. Levantas la mirada al mundo y logras ver a miles de personas dispersas por todo el mundo que luchan igual que nosotros, que apoyan luchas como ésta, que existen colectivos, ONGs, que no se dan por vencidas tampoco y que te dan muchas palabras de esperanza… otra vez uno se levanta y dice: “Carajo, sólo el día que muera se habrá terminado esta batalla para mí. Mientras pueda respirar, mientras tenga vida, mientras tenga compañeros y compañeras, la esperanza no se apaga. Gracias a todos ustedes por generar ese rayo de esperanza… Que la naturaleza, la tierra, la selva, los ríos o Dios, se los pague LA LUCHA CONTINÚA…”. Ahora, entre las cosas que vamos a hacer mejor, es fortalecer las bases, generar un proceso colectivo mayor, de participación, de inclusión, lograr que los mismos afectados se den cada vez más cuenta que ellos unidos son invencibles. Trabajaremos mucho más en las bases de la UDAPT, pero también el planteamiento de otras acciones de exequátur, en la denuncia publica.

Con Cariño

Pablo Fajardo Mendoza


 *El ILV es el Instituto Lingüístico de Verano, un grupo misionero norteamericano que llegó a la selva amazónica del Ecuador en el año 1957, con el fin de “evangelizar” a los pueblos indígenas. Luego, ellos sirvieron de punta de lanza para el ingreso de la empresa Texaco en territorio indígenas.

1. La UDAPT es la Unión de Afectados y Afectadas por las Operaciones de Texaco. Reúne de forma colectiva a las Nacionalidades Siona, Siekopai, Kofán, Comunidades Shuar, Kichwas, Waorani y campesinos.

2. La Clínica Ambiental es una ONG que realiza actividades por la reparación integral en las provincias amazónicas de Orellana y Sucumbíos. Existe un trabajo conjunto entre las dos organizaciones.

3. La SEC es la entidad de control corporativo de los Estados Unidos de Norteamérica. Todas las Corporaciones registradas en ese país deben indicar cuál es su patrimonio. Allí se llena el formulario conocido como 10-K. Chevron allí declara que su patrimonio está compuesto por las subsidiarias de todos estos países.