Con todo en su contra, las comunidades campesinas de la cuenca del Río Dulcepamba (provincia de Bolívar) enfrentan dificultades para el acceso al agua para consumo humano y riego para la soberanía alimentaria.
El día lunes 9 de abril de 2018 a las 9:00 en la ciudad de Guaranda se llevó a cabo dos audiencias en SENAGUA en la que la empresa Hidrotambo S.A. intentó limitar el acceso al agua de las comunidades aguas arriba de la hidroeléctrica San José del Tambo. La lucha sigue en tribunales y no está nada definido.
Por ahora la palabra de los comuneros y habitantes de la cuenca del Río Dulcepamba se hizo presente.
Palabras de David Reyes. Acción Ecológica
Reporte de lo sucedido en la Audiencia en SENAGUA este 9 de abril
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Este lunes 9 de abril de 2018, en Guaranda, la Secretaría Nacional del Agua (Senagua) se espera que ratifique, luego de las audiencias que se llevarán a cabo en el Centro de Atención al Ciudadano de esa secretaría, que Ramiro Peñaherrera y Enerio Quinatoa, tienen derecho a que se les adjudique 5 litros por segundo y 2.6 litros por segundo, respectivamente. Las solicitudes de estos dos agricultores de San Pablo de Amalí tienen que ver con sus necesidades de consumo humano, abrevadero de animales, riego y acuacultura. Por su parte, la empresa Hidrotambo S.A. se opone a estas y otras adjudicaciones a las familias campesinas de la cuenca.
Desde 2014 las comunidades han realizado más de 200 peticiones de adjudicación de agua que han permanecido sin ser tramitadas. Sin embargo, en sentencia del 20 de septiembre de 2017 Senagua otorgó a la central hidroeléctrica 6.500 litros por segundo. Manuel Trujillo, presidente de la comunidad intercultural San Pablo de Amalí, ve en esto una clara señal de que se les quiere quitar hasta la ultima gota de agua.