Texto Braulio Gutiérrez y Fotos Anais Suire
La mañana inició con un sol radiante, las nubes ayudaron poco para la Jornada Nacional contra la Minería prevista para el día de hoy; las comunidades afectadas por la minería empezaron a llegar poco a poco. Con sus banderas de Ecuarunari y lucha por el Azuay, azules como se caracterizan, empezaron a llegar a la zona de concentración en el legendario parque arbolito. El reloj corría con las 9 de la mañana y los contingentes afectados por el proyecto Mirador y Río Blanco se ven platicando juntos en diferentes grupos. Las compañeras de Esmeraldas con su sonrisa por delante, contagian a los demás que van llegando. Los y las compañeras de Bolivar, Imbabura y Pichincha se hacen presentes. Toman la palabra los compas de Mindo y Pacto e inician las actividades gritando Fuera Minería de Ecuador, la lucha es por la vida continúa.
Aproximadamente 350 personas, la mayoría de las comunidades afectadas por los proyectos mineros del Azuay, Chimborazo, Bolivar, Pichincha, Morona Santiago, Esmeraldas y Zamora Chinchipe, se hicieron presentes. Al llegar a la Contraloría General del Estado, la gente empezó a gritar, ¡Entremos todos! ¡Entremos todos! lo que significó minutos después una oleada de resonancia de protesta pacífica; y así fue, atiborraron el salón principal de la Contraloría. Poco a poco la gente tomo la palabra para hacer mención a su problemática desde los rincones más húmedos del Chocó en Esmeraldas, hasta la zona amazónica afectada por proyectos mineros chinos; pasando por la zona de páramos afectada por proyectos de Río Blanco y Kimsacocha.
El noroccidente también tomo la palabra para explicar las atrocidades a las que se enfrentan por parte de los proyectos mineros y las consecuencias ambientales y violatorias a los derechos humanos y de la naturaleza..
Pablo Celi, el actual Contralor General del Ecuador, escucha atento, toma agua de vez en cuando mientras las mujeres y hombres de diferentes ecosistemas y formas de vida, le explican lo que significa tener proyectos mineros en sus casas, en sus aguas, en sus bosques y plantas. «No queremos promesas, queremos que se cumpla la palabra de la gente, exigimos una veeduría y auditoria a las mineras» dicen casi como en coro los y las afectadas por los proyectos mineros. Pancartas, afiches, lonas, mantas con mensajes alusivos a la defensa de territorio y contra la minería son adorno en la Contraloría. El contralor entonces toma la palabra.
El contralor inicia su discurso diciendo «que no hay que pedir disculpas», que reconoce el trabajo y esfuerzo de la gente al estar en Contraloría exigiendo el derecho a que la Contraloría salga al campo.
El defensor de derechos humanos y abogado Francisco Hurtado de la Comisión Ecuménica de Derechos Humanos, precisa la importancia de aclarar,» que la petición que se está haciendo está fundamentada en las obligaciones estatales sobre el ejercicio de los derechos humanos y de la naturaleza; lo que sucede es que en ninguna de las concesiones en este país, es que no se hace Consulta Previa Libre e Informada ni Consultas ambientales…»
Al salir de la Contraloría, los contingentes afectados por la minería, caminaron por la avenida que conecta a la Alameda hasta incorporarse a la 10 de agosto y entrar por la calle principal del trolebus hacia el centro; al llegar a la Plaza Grande, fueron recibidos por un funcionario de la Presidencia, encargado de la gestión y la política del despacho nacional; en ausencia del presidente y la vicepresidenta. Ahí se le entregó el documento con firmas de los ahí presentes para exigir el cese de concesiones mineras como lo mencionó el presidente Lenin Moreno en reunión con el movimiento indígena el 11 de diciembre pasado; la construcción de una Veeduría que busque auditar los grandes proyectos mineros que tanto han hecho daño actualmente sin sacar todavía ni un mineral; y que ante la desobediencia del ministro de mineria actual, Javier Cordova, sea destituido por continuar con el Festín minero.