La situación de la población de San Pedro de Amalí vuelve agravarse este fin de semana. La empresa hidroelèctrica Hidrotambo abré sus caudal y rompe el muro de contención que ella misma construyo. En lo que va en sus años de funci0namiento (más de diez), las violaciones de derechos humanos y de la naturaleza siguen impunes.
En julio del 2017, Ángela Chávez, escribió para este medio que la comunidad de San Pedro de Amalí ha sido afectada desde el 2005 por la construcción de la hidroeléctrica San José del Tambo, a cargo de Hidrotambo S.A. Esta empresa demanda un caudal de agua del río Dulcepamba que dejaría a miles de familias que viven de la agricultura en esta zona sin posibilidad de abastecerse del líquido vital.
Y ahora, se repitió el mismo daño. Entre el 22 y 25 de febrero, la situación en la ocmunidad volvió a repercutir en sus cosechas y servicios. La carretera es un río una vez más. Hidrotambo cerró una vez más esta mañana de golpe sus compuertas. Esto trajo consigo, que su resevorio de agua se incrementara y, el dique construdio por hidrotambo se rompiera, provocando que al liberar grandes cantidades de metros cùbicos de agua, el dique construido para «proteger a la comunidad» se rompiera. Hay que precisar que ese muro/dique fue construido por l apropia empresa.
Los moradores explican, que es el tercer año consecutivo que sucede esto. Hoy la carretera es un río y no hay paso a la costa