Este lunes 29 de marzo, se entregó la propuesta ciudadana de Consulta Popular a la Corte Constitucional del Ecuador para prohibir la minería metálica en los bosques del Chocó Andino que pertenecen al Distrito Metropolitano de Quito.
Este mismo día, la Mancomunidad del Chocó Andino cumplió 100 días de resistencia contra la minería. Conformada por habitantes de las parroquias de Pacto, Calacalí, Nono, Nanegal, Nanegalito y Gualea, parte del Cantón Quito-DMQ, los cuales se declararon en resistencia contra la minería y en defensa de los ríos y bosques del Chocó Andino. En el sitio la Y de La Victoria, en la parroquia de Pacto, instalaron una carpa de vigilancia que se constituyó en su centro de lucha y organización comunitarias en contra de la minería metálica, generadora de impactos ambientales y conflictos sociales.
El Bosque del Chocó Andino es el pluriverso de ecosistemas en el noroccidente de Quito- DMQ. Sus territorios son el hogar de osos de anteojos, monos, pumas, tigrillos, gallos de la peña, pájaros Yumbo, colibríes, orquídeas, helechos, montañas, quebradas, ríos y un sinfín de enérgicas cascadas. Gracias al alimento, materia prima, agua y medicina del Chocó, se ha sostenido la vida de toda la ciudad de Quito con productos como el cacao, el plátano, la yuca y un sinfín de alimentos de los bosques húmedos. Por eso, en el 2018 la UNESCO lo declaró como la séptima Reserva de Biósfera del Ecuador: orgullosamente el “Chocó Andino de Pichincha”.
A pesar de esto, el Estado, de forma ilegal e inconstitucional, ha concesionado más del 65% de todo el Chocó Andino a la minería, condenándola a la devastación de su extraordinaria biodiversidad y limitando la realización de decenas de prácticas productivas y económicas de sus pobladores.