Impactos locales y globales de las políticas petroleras en tiempos de COVID-19

Serie Coronavirus #12

Desde que iniciaron las actividades de extracción de petróleo en Ecuador, las políticas públicas aplicadas en este campo, siempre han priorizado los ingresos económicos que esta actividad genera y han quedado al margen los impactos ambientales, sociales y culturales que provocan estas operaciones.

Los impactos que provoca la extracción de petróleo no son sólo locales, son también globales, el principal es el cambio climático. Según un informe publicado en enero del 2018 por la revista Science Advances, el calentamiento global provocará más lluvias, exponiendo a millones de personas a sufrir inundaciones por el desbordamiento de ríos en varias partes del mundo (1).

Es precisamente lo que estamos viviendo en nuestro país. En la provincia de Pastaza se han desbordado varios ríos afectando a las comunidades indígenas que se asientan en sus riberas. El 17 de marzo en horas de la mañana se desbordó el río Bobonaza afectando gravemente a las comunidades Kichwa de Pacayaku y de Sarayaku. Las poblaciones se quedaron sin viviendas, sin chacras, ni abastecimiento de alimentos, los animales domésticos desaparecidos, granjas piscícolas rebosadas, centros educativos y de salud inundados y con lodo, caminos vecinales y pistas de aterrizaje destrozadas. En Sarayaku se registra su puente principal destruido y las casas de sanación ancestral dañadas, además de la afectación al servicio de agua entubada y otros bienes colapsados (2). A principios del mes de abril el río Bobonaza se volvió a desbordar y esta vez también el río Villano, afluente del Curaray, que afecta principalmente a los centros comunitarios de la Comuna Kichwa Moretecocha.

Aunque no se ha registrado pérdida de vidas humanas, estas inundaciones constituyen verdaderas tragedias para sus pobladores. Es un golpe fuerte en sus economías y en general en su vida personal, familiar y comunitaria. Estas emergencias han demostrado siempre que los gobiernos, tanto locales como central, no cuentan con medidas de contingencia para atenderlas. Las autoridades dicen estar esperando que mejoren las condiciones para entrar a las comunidades afectadas a evaluar los daños, puesto que no se puede acceder con facilidad al momento porque a esas zonas se ingresa por vía aérea (3).

Es paradójico que precisamente Sarayaku, la comunidad que se ha opuesto rotundamente al ingreso de las actividades petroleras a su territorio ancestral y ha defendido el bosque y la biodiversidad, se vea ahora afectada por las consecuencias del calentamiento global, cuya causa es precisamente la extracción y quema de combustibles fósiles como el petróleo.

Esta histórica actitud gubernamental de priorizar únicamente los ingresos económicos de la actividad petrolera se repite en la actualidad, a pesar de que el país y el mundo están atravesando una pandemia que ha obligado a parar toda actividad y a encerrarse en casa. El decreto 1017, a través del cual se declara al Ecuador en estado de excepción a partir del 17 de marzo, restringe la libertad de tránsito y movilidad a nivel nacional, exceptuando, entre otros, a los sectores estratégicos como el petróleo.

Es así como ahora mismo en los campos petroleros de la Amazonía se mantienen únicamente las actividades relacionadas con producción, todas las demás están suspendidas, entre estas las actividades de “Amazonía Viva” la empresa de Petroamazonas encargada de la remediación de los pasivos ambientales y de los derrames de crudo que son muy frecuentes en esas zonas.

¿Qué va a pasar cuando, en medio de esta crisis sanitaria, se sigan produciendo derrames de crudo producto de la extracción del petróleo? Esta situación es preocupante porque ya existen dos derrames ocurridos a principios de marzo en los que se dejó la remediación “a medias” en el campo Shushufindi. Uno ocurrido el 7 de marzo en la comunidad Nueva Aurora provocado por la ruptura de una tubería enterrada que provocó la contaminación del río Shushufindi que desemboca en el río Aguarico. Se registró muerte de peces, daño a un bosque primario y contaminación del agua que usaban las familias de la zona (4). El otro derrame ocurrió en la comunidad 18 de noviembre en el mismo cantón y fue ocasionado cuando una maquinaria solicitada al Municipio por el dueño para arreglar su finca, removió lodos pantanosos y brotó petróleo en gran cantidad. Este derrame contaminó un estero que pasa por 17 fincas cuyas familias utilizaban el agua para el consumo humano y de sus animales. El estero desemboca en el río Shushufindi y luego en el río Aguarico. Este derrame afectó al ganado porcino, aves de corral y, en una de las fincas donde el dueño se dedicaba a la piscicultura, murieron 14.000 peces que estaban listos para la venta. Esto le provocó al propietario un estado de depresión muy fuerte (5).

Otro factor que tiene que enfrentar el país en el tema petrolero es la caída del precio del barril a nivel internacional, que fue causada cuando el coronavirus impactó a China, el principal importador mundial de petróleo. La consecuencia es que el Ecuador se ve muy afectado, ya que el Presupuesto General del Estado consideró tener durante el 2020 un barril de alrededor de 50 dólares. Durante el año 2019, en la práctica, se contó con un barril de 55 dólares. Pero el país está recibiendo alrededor de 30 dólares menos en cada barril que exporta. Según algunos analistas, la economía pierde $7 millones mensuales netos por cada dólar que cae el petróleo, esto representa unos 210 millones de dólares netos al mes (6).

Sin embargo, el nuevo Ministro de Energía y Recursos Naturales No Renovables, el Ing. René Ortiz, posesionado el 10 de marzo, afirmó que, aunque el precio del petróleo a nivel mundial ha caído, el Ecuador “todavía” produce crudo sin perder a 20 dólares. Aseguró que todavía es un valor manejable desde el punto de vista de costo, aunque se tenga menos ingresos. El ministro cree que el Estado debe buscar la manera de fortalecer el sector productivo energético y minero para evitar llegar a una crisis insostenible. Y afirmó que continuará con la política de explotar todos los “recursos naturales posibles” para que lo absorba el mercado internacional (7).

El precio del crudo en estos días está en promedio en unos 25 dólares por barril (8), el crudo ecuatoriano sufre un castigo por calidad, de 6 o 7 dólares por barril, es decir que estamos recibiendo menos de 20 dólares. Según el Ministro aún podemos producir sin perder. Sin embargo, no se está tomando en cuenta que los contratos que el Estado tiene con las empresas privadas incluyen una tarifa fija que en promedio están por encima de los 30 dólares. Estos contratos permiten que el Estado acarree deuda con las empresas cuando el precio del crudo baje, ya tenemos una deuda de 800 millones de dólares (9). Pero esto no es todo, el Ministro asegura que no explotar los recursos es como tener un Rolls Royce en el subsuelo y que la industria debería ir hacia el manejo privado o monetización. Es decir, traspasar la administración de los campos petroleros a la empresa privada. En la lista está el campo Sacha, para lo cual se está haciendo una reforma al reglamento para sacar a licitación a principios de abril y adjudicar en junio de este año. Otro campo que está en la mira es Ishpingo, señala la misma fuente. Hay que recordar que las 7 plataformas que se piensan construir hasta el 2021 están dentro del área de amortiguamiento de la Zona Intangible Tagaeri Taromenane por lo que, en principio, estas operaciones serían prohibidas. Para permitir estas perforaciones el gobierno emitió en mayo del año pasado el decreto 751, sin embargo, este decreto está cuestionado y en revisión en la Corte Constitucional.

En conclusión, en estos momentos en que el país atraviesa un estado de emergencia sanitaria, se continúa aplicando una política petrolera que favorece a la industria, que se busca extraer crudo por extraer, aunque las condiciones nacionales e internacionales no sean favorables. Las poblaciones amazónicas son las que sufren las consecuencias de los impactos locales y globales de esta demencial política.

Hasta ahora no se ha confirmado que haya contagios de coronavirus en las poblaciones que viven en campos petroleros y esperemos que no las haya pues sería nefasto ya que son poblaciones muy vulnerables, que tienen su sistema inmunológico deteriorado debido a que están expuestas permanentemente a la contaminación de aguas, suelos y aire con sustancias toxicas provenientes de la industria petrolera.



FUENTES:
(1) https://www.elheraldo.co/medio-ambiente/el-calentamiento-global-y-su-efecto-en-el-aumento-de-las-inundaciones-447840
(2) http://www.notiamazonia.com/regional/pastaza-sarayaku-se-declara-en-emergencia-por-desastre-de-inundacion-de-rio-bobonaza/
(3) https://www.eluniverso.com/noticias/2020/04/03/nota/7804200/rios-vuelven-inundar-comunidades-pastaza
(4) Más información en: http://agenciaecologista.info/2020/03/18/derrame-de-petroleo-en-comunidad-nueva-aurora-shushufindi/
(5) Más información en: http://agenciaecologista.info/2020/03/21/un-pasivo-ambiental-provoca-contaminacion-a-17-familias-en-shushufindi/
(6) https://informativo.usfq.com/images/files/Koyuntura-Express-3.pdf?utm_source=phplist833&utm_medium=email&utm_content=HTML&utm_campaign=Koyuntura+Nro.+3++
(7) https://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/economia/4/rene-ortiz-ecuador-petroleo
(8) https://www.preciopetroleo.net/productos/tradingview-wti.html
(9) https://www.elcomercio.com/actualidad/rene-ortiz-campo-sacha-petroleo.html