Informe del recorrido realizado a dos meses de ocurrido el derrame de Esmeraldas

Informe realizado por José Luis Guevara,  13 de mayo del 2025

ANTECEDENTES:

El día 13 de marzo del 2025 en el sector de El Vergel, parroquia El Mirador, cantón Quinindé, provincia de Esmeraldas, ocurrió un derrame de petróleo de al menos 25.116 barriles. El derrame se debió a la rotura del oleoducto transecuatoriano SOTE por un gran deslizamiento de tierra sobre él.

El petróleo derramado recorrió más de 80 kilómetros de ríos hasta llegar al océano Pacífico matando toda la vida acuática, afectando a aproximadamente 300.000 personas ubicadas en las riberas de estos ríos a quienes quedaron sin acceso a agua segura.

La aplicación del plan de contención de derrames con barreras absorbentes para evitar que el petróleo llegue a cuerpos hídricos no fue oportuna por que el crudo fluyó durante varias horas afectando grandes cantidades de tierra y agua. Afectó especialmente a la agricultura que es la principal fuente de sustento en la zona, los cultivos y los animales domésticos fueron contaminados. Los daños que producen este tipo de eventos también tienen un impacto psicosocial en las comunidades que vio cómo su ambiente cambió radicalmente.

Petroecuador ha realizado labores de limpieza superficial, sin embargo, no ha considerado que los contaminantes penetran al subsuelo, afectando la calidad del agua y la fertilidad de los suelos por muchos años. Esto repercute también en la salud de la población a largo plazo.

RECORRIDO

El día martes 13 de mayo del presente año, se realizó un recorrido por la zona afectada por el derrame de petróleo ocurrido el 13 de marzo, iniciándose en El Vergel, sitio donde tuvo lugar la rotura del oleoducto y terminando en el puerto de Esmeraldas en el océano Pacífico.

Durante el recorrido se realizaron entrevistas a varias personas de las comunidades ubicadas en las riberas de los ríos afectados, se tomaron fotografías y se grabaron videos que demuestran la situación actual de la zona.

ENTREVISTA CON VARIAS PERSONAS DE LOS SECTORES AFECTADOS.

La Srta. Zulay, trabajadora administrativa de la empresa finlandesa LAMOR, que es una de las empresas que están realizando la limpieza de crudo en el sector El Vergel, manifiesta que todavía están recogiendo crudo que sale del oleoducto en menor cantidad y que por las lluvias corre hacia el río, pero en menor cantidad también. Indica que otra empresa va a entrar a realizar trabajos en los diques.

El Sr. Antonio Garrido, morador del Sector Caple, cuya casa se encuentra en la ribera del río, indicó que funcionarios de Petroecuador en dos ocasiones recogieron toda la documentación de las personas afectadas por el derrame de crudo, en 90 carpetas, indicándoles que estuvieran pendientes, sin embargo, las familias no han recibido ninguna indemnización, únicamente recibieron los kits que les dieron al principio.

El Sr. Esteban Espinoza, morador de la parroquia Majúa, indicó que únicamente un grupo de afectados del derrame han recibido indemnizaciones por los daños. Manifiesta que no tienen ningún tipo de información, escogieron sólo a algunas personas. La gente está indignada por esa situación, porque a unos si y a otros nada. Ninguna autoridad se ha reunido con la población.  No se ha podido hacer casi nada en este tiempo por la alimentación, el agua, los animales.

Los señores William Tóala, Alberto Rivera y Manuel González moradores del sector Nuevo Tabete, parroquia San Mateo, manifiestan que hasta ahora nadie se ha acercado para indemnizarles, solo les tomaron los datos personales y nada más, no ha habido ayuda de nada, dejaron una “comidita” a los que estaban presente y al resto nada.  El señor Rivera asegura que tampoco ha recibido ayuda de Petroecuador por los daños causados ni del gobierno. El Sr. Manuel González dice que las autoridades al principio llegaron ofreciendo ayuda por el derrame de petróleo, llevaron la documentación de las familias afectadas, pero, han transcurrido dos meses y no han vuelto, los afectados siguen esperando.

El Sr. Sergio Lozano, uno de los moradores del sector que corresponde a la Isla Vargas Torres, Isla Pianguapi, a la altura del Puente de Tachina, Esmeraldas, indica que si ha llegado ayuda como las raciones alimenticias, pero no a todos, lo mismo el bono de los $470 no ha llegado a todas las familias como se decía, sin embargo, todos son afectados.  Con respecto al río, no todos los sitios han sido subsanados en su calidad, ya son dos meses y no se ve mejoras en la flora, en la fauna.  Petroecuador no ha vuelto por las comunidades afectadas, solo hicieron un censo de afectados y no volvieron más, todo quedó en promesas de ayuda. 

Según las personas entrevistadas, otras instituciones del Estado hicieron lo mismo, llegaron y desaparecieron, no hay respuestas.  Los afectados piden al gobierno y a los responsables de la empresa Petroecuador que se hagan cargo de la remediación por el derrame de petróleo y que garanticen que no vuelva a ocurrir este tipo de desastres.

En las siguientes fotografías se puede observar el campamento de técnicos que instaló Petroecuador para realizar los trabajos necesarios en el sector de El Vergel, Cantón Quinindé, donde se produjo la rotura del oleoducto transecuatoriano. Las imágenes están tomadas desde la carretera principal Esmeraldas-Quinindé. Al fondo se observa una cascada que alimenta al río Caple, cuyas aguas fueron contaminadas con el crudo derramado del Sistema de oleoducto transecuatoriano.

Se observa que hacia los lados donde se rompió la tubería del oleoducto transecuatoriano se han realizado obras de ingeniería civil, como terraplén o terrazas para evitar el deslizamiento masivo de la tierra, los cuales debieron hacerlas antes de poner la tubería y prevenir estos desastres ambientales.

Al río Caple, se lo pudo observar desde lejos por cuanto ha llovido demasiado y no se pudo bajar hasta las riberas.

Parroquia Cube, margen derecho del río Cube, donde se observa todavía manchas de residuo de   petróleo. Este río desemboca en el rio Viche y este a su vez en el río Esmeraldas.

Los trabajos en este sector han quedado abandonados por parte de Petroecuador, como se aprecia   en la fotografía, ya no hay trabajadores, dejando estos tubos abandonados, así como las boyas en el río debajo del puente.  En este lugar aún no se termina la remediación ambiental.  Había aquí un campamento donde supuestamente atendían las quejas de las personas afectadas por el derrame de crudo del oleoducto transecuatoriano, para entregar las indemnizaciones correspondientes, sin embargo, hasta la actualidad no han recibido nada, ni siquiera el bono ofrecido por el gobierno. Ya no hay nadie quien dé la cara, no hay autoridad alguna.

Maquinaria, técnicos de Petroecuador y trabajadores de compañías contratadas, que se encuentra laborando en el recinto El Roto también afectado por el derrame de crudo, que queda entre la parroquia Cube y la parroquia Viche.

En este sector se está construyendo un dique de acero por dónde va el oleoducto para que contenga deslizamientos de tierra y no llegue hasta el río, según lo que han indicado los trabajadores.

Los trabajos técnicos de ingeniería civil que se están realizando en el sector de El Roto, Parroquia Cube, Cantón Quinindé, tienen el objetivo de proteger el oleoducto para evitar futuros deslizamientos masivos de tierra y ponga en riesgo la tubería petrolera; se están colocando planchas de acero a un costado de la tubería para que la tierra con la presencia de lluvias no se desplace hacia el rio Cube y provoque desastres ambientales.

A aproximadamente 1 kilómetro de Cube se está trabajando en movilización de tierra para estabilizar y asegurar el oleoducto y prevenir deslizamientos. Los afectados dicen que los funcionarios no les han dado información sobre los que están haciendo, por lo que desconfían que esos trabajos realmente garanticen que no se vuelva a romper el oleoducto.

Parroquia Viche, desde el puente se observa el Río Viche, que desemboca en el río Esmeraldas, por este lugar pasó el crudo derramado del oleoducto transecuatoriano el 13 de marzo del 2025, hace exactamente dos meses. Se ha obtenido versiones de que todavía fluye crudo desde la rotura del oleoducto y que cuando llueve sale desde las riberas de los ríos Caple y otros, sus lechos parecen limpios, pero desde el centro sigue fluyendo petróleo desde El Vergel.

En Viche ya abandonaron los trabajos de remediación. En la parte de arriba se observa la tubería del poliducto que pasa por encima del río.  En este sector se intentó conversar con las personas, pero manifestaron que no quieren, que están decepcionados, que no han llegado con la ayuda prometida, les han tomado los datos personales, pero hasta la vez no les acreditan nada como indemnización o por los daños causados a sus plantas, a la salud de la gente y están buscando unirse, organizarse y reclamar a la fuerza a Petroecuador y al Estado

A la Parroquia San Mateo, comunidad Nuevo Tabete,  también llegó el crudo derramado por la rotura del oleoducto. Esta comunidad fue afectada por el derrame, el petróleo ingresó por una guardarraya o zanja de agua, que arrazó con las plantaciones dentro de las fincas, afectando los terrenos, los sembríos, los animales y la salud.

Parroquia Tachina, puente de Tachina.  Se observa el Río Esmeraldas que también sufrió la contaminación de sus aguas, su flora y fauna por el derrame de crudo, llegando este crudo hasta el puerto pesquero y la playa de Esmeraldas.  Las familias que habitan en estos sectores están inconformes con la indemnización que prometió el Estado a través de los ministerios, porque no se ha cumplido.

Por la desembocadura del Río Teaone en el Esmeraldas, también pasó el crudo que se derramó el 13 de marzo y fue hacia el mar.  Este sitio también fue afectado en su naturaleza, el medio ambiente y toda la vida acuática. La población todavía espera la recuperación del río en forma integral y también la indemnización prometida por Petroecuador y el gobierno actual.

En el Balneario Las Palmas en la ciudad de Esmeraldas, durante el recorrido se pudo observar que, al cumplirse dos meses del desastre ambiental, los locales están ya funcionando con normalidad y los barcos ya han salido del puerto. El mar se encuentra parcialmente limpio, no en su totalidad, pero de acuerdo a varias versiones, la playa ya no está con hidrocarburos visibles por lo que la gente llega a bañarse con precauciones.

En el Puerto pesquero de Esmeraldas, se observó que todas las lanchas se encuentran ancladas, sin embargo, algunos moradores indicaron que las labores de pesca se están normalizando, pero que igual los pescadores no han sido atendidos ni indemnizado ni por Petroecuador ni por el Estado. Del otro lado están las instituciones estatales que por el terremoto han dejado de funcionar.

CONCLUSIONES

La mayoría de personas entrevistadas aseguran que todavía no han recibido las ofrecidas indemnizaciones, que únicamente les tomaron los datos, pero no les han dado nada.  Tanto los funcionarios de la empresa como del Estado durante los primeros días después del derrame estuvieron en la zona, en cada una de las comunidades, pero no volvieron más.

Los miembros de las comunidades afectadas por el derrame aseguran que hasta la actualidad Petroecuador no ha cumplido íntegramente con la limpieza de los sitios y comunidades afectadas, ya que desde el sitio de la rotura del SOTE se sigue vertiendo en mínimas cantidades el crudo sobre los ríos.

Los damnificados del derrame reclaman una reparación integral que asegure el uso del agua de estos ríos, tanto para los seres humanos como para los animales y las plantas.

Es necesario implementar un programa profundo de restauración de los ecosistemas de estos ríos que recupere a las especies acuáticas que servían de alimento para las comunidades asentadas en sus riberas.

Muchos de los comuneros que tenían como fuente de trabajo la pesca artesanal y la agricultura hasta los actuales momentos no pueden hacer uso del agua con normalidad ni utilizar la tierra en sus sembríos porque no han tenido una remediación eficaz.